Como líder principal de Maranatha Venezuela, el pastor Javier Bertucci es una figura central tanto en el ámbito espiritual como en el social del país. Su predicación se enfoca en la Palabra de Dios y en la importancia de servir a Jesús, siendo un firme creyente en el poder de la fe para transformar vidas.
Además de su labor pastoral, ha fundado la organización “El Evangelio Cambia”, que realiza importantes jornadas de ayuda social, brindando ayuda integral a comunidades necesitadas. Su liderazgo también ha trascendido a diferentes ámbitos, buscando llevar un mensaje de esperanza y fe a una audiencia más amplia. Su estilo de liderazgo, como él mismo ha señalado, se trata de inspirar a otros para amar y vivir los valores de Jesús.

La pastora Rebeca de Bertucci es una líder espiritual que se destaca por su dedicación a la obra de Dios y a su familia. Junto a su esposo, el pastor Javier Bertucci, y al pastor Francisco Barrios, guía a la congregación a través de enseñanzas valiosas.
Su ministerio se ha enfocado en la formación de líderes, especialmente en el liderazgo femenino. A través de encuentros y mensajes, la pastora Rebeca de Bertucci inspira a las mujeres a utilizar su influencia de manera efectiva para el Reino, compartiendo experiencias y anécdotas que fortalecen el camino de la fe y el liderazgo ministerial. La organización Mujeres Extraordinarias es una muestra fiel de su mensaje y labor.

El pastor Francisco Barrios se describe como un líder con una profunda pasión por el servicio a Dios y a la iglesia. Es en definitiva un maestro, centrando su mensaje en enseñanzas profundas de principios bíblicos transformadores. Su liderazgo se centra en inculcar el amor por la obra de Dios, entendiendo el servicio no como un cargo, sino como una vocación.
A través de sus predicaciones y enseñanzas, el pastor Francisco Barrios enfatiza la humildad como la clave del verdadero liderazgo, animando a la congregación a ser “siervos de Dios”. También ha estado al frente de la formación de nuevos líderes, promoviendo la idea de que la verdadera influencia no proviene de una personalidad magnética, sino de una vida dedicada a servir a las personas con el amor de Jesús.